Un supercomputador en casa
El supercomputador Mare Nostrum se aloja en el BSC-CNS
21/01/08 - Sara Aguareles
Microsoft y el Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) han creado un centro de investigación conjunto donde trabajarán para desarrollar los ordenadores del futuro. Unos equipos, tanto PCs como teléfonos móviles, que bajo una apariencia normal esconderán la tecnología de supercomputación más puntera.
El Deep Blue fue durante muchos años el supercomputador más famoso del mundo, capaz de derrotar ni más ni menos que al campeón de ajedrez Garry Kasparov en un duelo hombre-máquina jamás imaginado. Aquél superordenador contaba con 32 procesadores y gracias a ello podía calcular 200 jugadas cada segundo, muchas más que cualquier experto ajedrecista.
Tan sólo diez años después de aquella mítica partida, el descendiente de Deep Blue, el Blue Gene, emplea 131.000 procesadores para realizar de forma continuada 280 billones de operaciones cada segundo.
La tecnología, sin duda, avanza rápido, y la transferencia desde los centros de investigación hacia el mercado también. Por ello, no es de extrañar que en un futuro muy cercano, los ordenadores personales e incluso los teléfonos móviles puedan llegar a ser pequeñas versiones utilitarias de aquél gigantesco Deep Blue.
Al menos eso es lo que se han propuesto Microsoft y el Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC – CNS), sede del ordenador más potente de toda Europa: el Mare Nostrum, y centro de peregrinaje de algunos de los mejores investigadores de supercomputación del mundo.
El nuevo centro cuenta con una inversión de 2,4 millones de dólares para los próximos tres años
El pasado viernes se presentó oficialmente en Barcelona el BSC – Microsoft Research Center, un nuevo centro de investigación que durante los próximos tres años se centrará en la investigación del diseño de las arquitecturas y el software para los dispositivos móviles y para los PCs del futuro. Según la presidenta de Microsoft Ibérica, Rosa Mª García, “vamos a investigar cómo serán nuestros PCs y teléfonos móviles dentro de 10 años, y lo haremos colaborando entre empresas y universidades, que es como se debe hacer hoy en día la Investigación y el Desarrollo”.
Para ello, ambas partes han previsto una inversión de 2,4 millones de dólares para los próximos tres años, que permitirán entre otras cosas mantener un equipo de veinte investigadores. El nuevo centro, que se ubicará provisionalmente en las instalaciones de la Universidad Politécnica de Cataluña a la espera de construir un nuevo edificio para alojarlo, es el primer centro de investigación en arquitectura “multicore” que tiene Microsoft en todo el mundo.
Ordenadores más rápidos y más potentes
Según Mateo Valero, “durante 40 años, para tener procesadores más rápidos, íbamos aumentando el número de transistores alojados en ellos. Pero esto se ha acabado. Ahora hay que multiplicar el número de procesadores, y eso implica que hay que cambiar la forma de programar, hacia una programación en paralelo. ¿Y qué mejor que hacer para un chip personal lo que hace años que venimos haciendo para la supercomputación?”.
La llegada de arquitecturas con procesadores con más de un núcleo de ejecución (many-core y multi-core) aumentará la potencia computacional disponible en un único chip, pero con implicaciones directas en la forma de desarrollar las aplicaciones que se ejecutarán, puesto que será un proceso mucho más complejo. El nuevo equipo del BSC – Microsoft Research Center de Barcelona trabajará precisamente para poder optimizar el diseño de estos nuevos sistemas, así como la interacción entre el software y el hardware que permita sacar el máximo provecho de estas nuevas tecnologías.
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